Cinque Terre es una de las zonas con más encanto de Italia!  Es una franja de costa en la región de Liguria, en la que asoman cinco coloridos pueblitos que parecen colgar de los acantilados sobre el mar:  Monterosso all Mare, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore.  Tan bonita es esta zona que fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.

En este post te voy a contar qué ver en Cinque Terre para no perderte ningún rinconcito con encanto y así exprimir al máximo tu visita.

En un post anterior te explico como visitar Cinque Terre, ahí vas a encontrar toda la información necesaria para organizar tu visita a esta hermosa zona por tu cuenta.

Te recomiendo comenzar el recorrido por alguno de los pueblos de los extremos, es decir, comenzar desde Monterosso o Riomaggiore y de ahí ir parando en los otros pueblitos.  Nosotros comenzamos la visita en Monterosso all Mare para así poder ver el atardecer en Manarola.  Uno de los mejores atardeceres que hemos contemplado!

Resumen de nuestra visita a Cinque Terre en un día

Nuestro despertador suena muy temprano, nos levantamos muy entusiasmados porque este es uno de los días que más esperábamos en nuestro viaje por Italia.

Vamos hasta la estación de trenes de La Spezia y tomamos el tren rumbo a Monterosso all Mare, nuestra primer parada del día.

Que ver en Monterosso all Mare

La estación de trenes te deja frente a la playa.

Monterosso all Mare es el más grande de los pueblos de Cinque Terre.  También es el «más plano».  Este pueblo no tiene la típica panorámica de casas de colores colgando sobre el mar pero tiene otros atractivos que bien merecen la pena ser visitados.

De los cinco pueblos es el que tiene mayor oferta de servicios, retaurantes y hoteles.

En primer lugar, es el único que tiene una larga playa de arena que invita a darte un chapuzón.

Playa de Monterosso

Playa de Monterosso.

Playa de Moterosso

Playa de Monterosso.

Junto al muelle se encuentra La Torre de la Aurora (una construcción del siglo XVI utilizada para prevenir de los ataques bárbaros) que divide a Monterosso en dos; la parte nueva y la parte antigua.

La parte antigua es la más parecida al resto de los pueblos de Cinque Terre.

Te recomiendo perderte por sus callecitas, repletas de restaurantes y pequeñas tiendas.

Calle de Monterosso

Callecita de Monterosso.

Monterosso

Monterosso.

A través de un túnel, en el que se exponen distintas imágenes relacionadas con Cinque Terre, llegamos a la parte moderna de Monterosso.

En un extremo de la playa encontramos la estatua del Gigante, una enorme escultura que representa a Neptuno que se ha convertido en todo un símbolo del pueblo.  Lamentablemente cuando fuimos nosotros la obra estaba en plena refacción, así que nos quedamos con las ganas de poder contemplarla en todo su esplendor.

Otros sitios de interés para ver en Monterosso

  • Iglesia de San Juan Bautista.
  • Oratorios de las fraternidades de los blancos y negros, unas bonitas capillas del siglo XIV muy bien conservadas.
Chiesa di San Giovanni Battista

Chiesa di San Giovanni Battista

Subiendo un paseo justo a la derecha de la playa de la  parte vieja, nos dirigimos a la entrada del Sendero Azul (que conecta Monterosso con Vernzza).

Con botellas de agua, calzado cómodo y protector solar accedimos al sendero azul.  Al comienzo del mismo se encuentra una casilla donde mostrando nuestra tarjeta Cinque Terre nos permitieron el ingreso.

Nos llevó aproximadamente dos horas completar el recorrido.  Debo confesar que nos pareció una caminata bastante exigente, no se si es apta para todo público.  Creo que tenés que tener un mínimo estado físico para poder realizar el recorrido.

En algunos tramos hay subidas muy pronunciadas, otros son bastantes peligrosos ya que caminás al borde del acantilado y si a todo le sumamos el calor de Cinque Terre, el sendero es bastante duro, aunque merece la pena por las fantásticas vistas.

Inicio Sendero Azul

Inicio del Sendero Azul.

Pero lo mejor llega en el tramo final, donde pudimos disfrutar de unas maravillosas vistas de Vernazza, donde se toma una de las típicas fotos de Cinque Terre.

Vista panorámica de Vernazza

Vista panorámica de Vernazza.

Qué ver en Vernazza

Vernazza es uno de los pueblos más lindos de Cinque Terre.

Al bajar las escaleras del Sendero Azul hacia el muelle, lo primero que encontramos fue una pequeña playa de arena.

Playa de Vernazza.

Playa de Vernazza.

En Vernazza aprovechamos para almorzar.  Comimos unas pizzas con pesto que estaban riquísimas!  Tanto nos gustaron que para la cena repetimos el menú.

Después de almorzar nos dedicamos a pasear.

Costanera de Vernazza

Costanera de Vernazza.

Vernazza tiene ese aire decadente, con la pintura de las casas desmoronándose, que enamora al instante.  Casitas de colores que invitan a sacar una foto tras otra.

Vernazza.

Calle de Vernazza.

Callecita de Vernazza.

Otros sitios de interés para ver en Vernazza

  • Iglesia Santa Margarita de Antioquía.
  • Castello Doria.  En la parte más alta del castillo se encuentra el Belforte, una imponente torre cilíndrica, desde donde dicen se tiene unas muy lindas vistas panorámicas del pueblo.  Nosotros no subimos.

Antes de irnos teníamos una última parada, que a esa hora nos venía muy bien, tomar un helado.  El lugar elegido fue la famosa Gelatería Vernazza. Pedimos los sabores Vernazza y Cinque Terre y estaban muy buenos!

Ahora sí! Continuamos con nuestro recorrido.  Próxima parada Corniglia.

Corniglia, uno de los pueblos qué ver en Cinque Terre

Tomamos el tren en Vernazza hacia Corniglia, el más pequeño de los cinco pueblos de Cinque Terre y el único que no tiene acceso directo al mar.

Tardamos no más de 5 minutos en llegar a la estación que se encuentra casi a nivel del mar.  Una vez ahí, teníamos dos opciones para llegar a Corniglia:  subir una larga escalinata de más de 350 escalones o tomar un bus (incluído en la Cinque Terre Card).

Como no podía ser de otra manera, nosotros elegimos la primera opción!  A subir se ha dicho!

Después de esta subida llegamos al más antiguo de los pueblos de Cinque Terre y puedo decir que perderse por sus calles es el mejor plan.

Corniglia.

Rinconcito en Corniglia.

Vistas desde uno de los miradores de Corniglia.

Cuando estábamos buscando información para saber que ver en Cinque Terre en un día, muchos aconsejaban no visitar Corniglia.  Pero tengo que decirte que menos mal que no hicimos caso y nuestras ganas de conocer ganaron.

Corniglia fue uno de los pueblitos que más nos gustaron.  Creo que mucho influyó que había mucha menos gente y así pudimos recorrerla un poco más tranquilos. Y que no teníamos muchas espectativas.

Qué visitar en Manarola

Una vez más nos tomamos el tren para visititar Manarola, uno de los pueblos más bellos y conocidos de Cinque Terre.

Allí paseamos por su pintoresca calle principal, llena de restaurantes, bares y negocios de artesanos.

Manarola

La calle principal de Manarola, nos lleva hasta el puerto, donde hay una hermosa piscina natural y varios visitantes se estaban dando un baño.  Incluso pudimos ver como algunos se lanzaban al agua desde una inmensa roca.

Luego de una parada, seguimos camino recorriendo la costanera y llegamos al mirador de Manarola desde el que se toma la famosa fotografía del pueblo.

Nos sentamos un rato a contemplar la postal que teníamos delante.

Vista de Manarola.

No nos entretuvimos mucho acá porque pensabamos (y así lo hicimos) volver para ver el atardecer.

Riommagiore

Nos volvimos a tomar el tren, esta vez para conocer el último de los pueblitos de Cinque Terre, Riomaggiore.

Una vez ahí recorrimos su calle principal y llegamos hasta el puerto.

En Riomaggiore también se puede visitar la iglesia de San Giovanni Battista que data del siglo XIV y lo poco que queda del Castello de Riomaggiore.

Última parada del día en esta ruta de que ver en Cinque Terre

Atardecer en Manarola

Como te comenté anteriormente habíamos decidido volver a Manarola para ver el atardecer.  Y la verdad que fue la mejor elección.

Quisimos cenar en Nessun Dorna Cinque Terre, pero no habíamos reservado y había una larga fila de gente esperando para entrar.  Nosotros no estábamos dispuestos a perder un solo instante en ese lugar mágico haciendo cola.  Así que recurrimos al plan B.

Nos fuimos hasta el pueblo compramos unas porciones de la pizza con pesto que tanto nos había gustado y volvimos al camino costero en el que habíamos estado más temprano.

Para sorpresa nuestra no éramos los únicos que habíamos tenido esta idea.  Incluso algunos estaban mejor preparados para disfrutar de la cena con un rico vinito blanco.

Nos sentamos sobre la perecita y disfrutamos de uno de los mejores atardeceres de nuestra vida.

Atardecer en Manarola

Atardecer en Manarola.

De a poco fuimos viendo como el pueblo se comenzaba a iluminar recibiendo a la noche.

A pesar de estar bastante cansados nos resistíamos a irnos.  No queríamos marcharnos de esos encantadores pueblos.  Por eso mi consejo es que si tenés la posibilidad te quedes al menos dos días.  Vale la pena!

Nuestra visita había llegado a su fin, nos tomamos el tren por última vez para volver a La Spezia.  Todavía nos quedaba mucho viaje por delante y muchos más momentos por disfrutar.